Templo Parroquial
San Fernando Rey
Emplazado en el casco de Santiago del Teide, este templo es el principal edificio religioso del municipio y uno de sus referentes históricos. Tras la solicitud de los vecinos y la intervención de Don Fernando del Hoyo Solórzano y Alzola, titular del Señorío de Santiago, el Rey Felipe IV creó la parroquia por cédula real el 10 de mayo de 1678.
El 9 de septiembre de 1679 se firmó el documento de fundación y pocos meses después, el 30 de diciembre, se celebró la primera misa parroquial. Desde entonces, el templo ha sido centro espiritual y social para la comunidad, en torno al cual se ha desarrollado buena parte de la vida del municipio.
En su interior, destaca la cúpula de media naranja que remata la capilla mayor, una solución arquitectónica poco habitual en las iglesias rurales de la isla, que aporta un carácter singular al conjunto. Además, alberga la imagen del apóstol Santiago, figura central de la devoción local, en un espacio que combina historia y tradición.
En el marco del Año Santo Jacobeo de 2022, el templo abrió por primera vez su Puerta Santa, convirtiéndose en la primera iglesia de Tenerife en contar con este símbolo jubilar. La apertura, autorizada mediante bula papal, se mantuvo hasta febrero de 2024, y supuso un hecho extraordinario dentro de la historia del municipio.
Su visita permite conocer un edificio cargado de historia, en un entorno que reúne arquitectura tradicional y vida local.
¿Cómo llegar?
El templo se encuentra en pleno casco urbano de Santiago del Teide, junto a la plaza principal y frente al Ayuntamiento. Se localiza en un entorno accesible y cuenta con zonas de aparcamiento en las inmediaciones.
Al tratarse de un espacio de valor patrimonial y espiritual, es importante visitarlo con respeto, evitando interferir en las celebraciones religiosas.
TEMPLO PARROQUIAL SAN FERNANDO
Este mirador cercano y accesible permite observar de frente los Acantilados de Los Gigantes. Ofrece una de las vistas más representativas del núcleo y un lugar tranquilo para disfrutar del paisaje y del atardecer.