Majestuosos y sobrecogedores, los Acantilados de Los Gigantes se alzan en la costa suroeste de Tenerife como una de las grandes joyas naturales del archipiélago. Estas imponentes paredes de roca basáltica, que alcanzan hasta 600 metros de altura, se extienden desde el núcleo turístico que lleva su nombre hasta la Punta de Teno, formando un paisaje vertical y espectacular que impresiona tanto desde tierra como desde el mar.

Este enclave no es solo un icono paisajístico, sino también un espacio de gran valor ecológico. En sus paredes habitan especies endémicas como la Siempreviva del Guergue (Limonium spectabile) y el Lagarto Gigante de Tenerife (Gallotia intermedia), además de ser refugio de una pequeña pero importante población de águila pescadora o Guincho (Pandion haliaetus), una especie protegida cuya presencia en esta costa refleja el valor ecológico del entorno.

Para disfrutar de su majestuosidad desde tierra, nada como acercarse a alguno de los miradores y paseos que rodean el núcleo de Acantilados de Los Gigantes, como el mirador de Archipenque, el mirador de Calle Las Adelfas o el paseo de La Hondura. Desde el Puerto Deportivo parten también excursiones en barco y en kayak, que permiten observar los acantilados desde el mar. Otra opción es relajarse en la Playa de Los Guíos, con los acantilados como un telón de fondo natural que acompaña cada momento.

Contemplar los Acantilados de Los Gigantes es una experiencia que conecta con la fuerza de la naturaleza. Un lugar único en el mundo.