El Parque Natural de la Corona Forestal, con sus más de 46.000 hectáreas de extensión, es uno de los mayores tesoros ecológicos de Canarias. Situado alrededor del majestuoso Parque Nacional del Teide, este enclave constituye el verdadero pulmón verde de Tenerife. Desde Santiago del Teide, este espacio protegido se presenta como una oportunidad inigualable para descubrir la riqueza natural de la isla, gracias a su cercanía y la continua apuesta del municipio por conectar y rehabilitar sus senderos tradicionales.
Un tesoro natural al alcance de la mano
Santiago del Teide se ubica en una posición privilegiada que permite a locales y visitantes adentrarse con facilidad en los senderos del Parque Natural de la Corona Forestal.
Desde el casco histórico ó desde localidades como Arguayo, El Valle de Arriba, o Las Manchas, podemos acceder a esta joya ecológica a través de la red de senderos municipal, caminos que narran siglos de historia volcánica, agrícola y forestal, ofreciéndonos una experiencia única para los amantes del senderismo, la fotografía y la naturaleza.

Senderos recuperados, paisajes redescubiertos
Uno de los compromisos más firmes del Ayuntamiento de Santiago del Teide ha sido la recuperación y puesta en valor de los senderos tradicionales que conectan el municipio con éste y otros espacios naturales protegidos. A lo largo de los últimos años, se han llevado a cabo labores de rehabilitación, señalización e integración paisajística de varias rutas que permiten una conexión directa con el Parque Natural, fomentando así un turismo responsable y respetuoso con el medio ambiente.
Cada una de estas rutas permite al visitante conectar no solo con el paisaje, sino también con la historia, la geología y la identidad rural del municipio.

Naturaleza, identidad y sostenibilidad
El Parque Natural de la Corona Forestal no es solo un espacio protegido, es también un motor de identidad y desarrollo para Santiago del Teide. La proximidad al parque permite integrar actividades de ecoturismo, educación ambiental y valorización del patrimonio rural, elementos clave en la estrategia turística del municipio.
El parque alberga una extensa masa de pino canario, junto a otras especies como el fayal-brezal o pequeños reductos de laurisilva. En sus distintos hábitats también se refugian especies de fauna como el pinzón azul, el lagarto tizón o el cernícalo común, lo que refuerza su valor ecológico y su importancia como área de conservación.
Visitar la Corona Forestal desde Santiago del Teide es redescubrir el lado más auténtico de Tenerife, donde la naturaleza y la historia caminan juntas. Es, en definitiva, una invitación a respirar aire puro, a recorrer caminos que han forjado la identidad de este municipio y a enamorarse de la isla desde su corazón verde.




