En Santiago del Teide, la accesibilidad es un principio que orienta el desarrollo del municipio. El objetivo es claro: garantizar que cualquier persona, con independencia de su condición física, sensorial o intelectual, pueda disfrutar del patrimonio natural, cultural y costero en condiciones de seguridad y autonomía.
A través de diferentes acciones en infraestructuras y servicios, el municipio avanza hacia un modelo turístico inclusivo que prioriza la eliminación de barreras físicas y la adaptación de sus espacios. La accesibilidad no se limita a puntos concretos, sino que forma parte de un enfoque integral aplicado a lo largo del territorio.
Naturaleza y costa accesibles
Santiago del Teide dispone de recursos adaptados que permiten el acceso al entorno natural y costero. Playas como Los Guíos y La Arena cuentan con rampas, pasarelas y duchas accesibles, así como con sillas anfibias para el baño asistido, muletas y hamacas adaptadas al medio. Todo ello garantiza una experiencia accesible, segura y cómoda para las personas con movilidad reducida.
El municipio también cuenta con tramos de senderos adaptados que mejoran la experiencia de quienes desean recorrer espacios naturales a su ritmo, con apoyo técnico y condiciones favorables. Además, algunas actividades, como el avistamiento de cetáceos o el kayak, se desarrollan con opciones inclusivas gracias a la colaboración de empresas especializadas.
Cultura y patrimonio sin barreras
El acceso al patrimonio cultural también forma parte de este compromiso. Espacios como la Iglesia de San Fernando Rey o el Centro Alfarero y Museo Etnográfico Cha Domitila han sido acondicionados para facilitar la entrada y el recorrido a personas con movilidad reducida, promoviendo la participación cultural de forma equitativa.
La accesibilidad en el ámbito urbano y cultural permite que residentes y visitantes puedan disfrutar de los principales recursos históricos y tradicionales del municipio sin restricciones.
Un compromiso real con la inclusión
La accesibilidad en Santiago del Teide se articula como una estrategia transversal. El municipio apuesta por la mejora continua, adaptando equipamientos, actualizando señalética y colaborando con entidades sociales para ampliar el alcance de las acciones.
Esta visión compartida permite que el destino evolucione hacia un modelo más inclusivo, en el que cualquier persona pueda participar plenamente de su oferta turística, natural y cultural.
